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LOS NUMEROLOGOS Y EL FIN DEL MUNDO

"Todo es posible si nunca mentimos, la dinámica de nuestro planeta es la lucha de contrarios..."


La numerología no es un juego, no es dogma, no es la ocasión, en estas épocas numerosas personas acuden a quienes practican la numerología para el vaticinio, pero lo nuestro es la diestra del señor padre que sabe el teje y maneje de la mejor numerología del mundo, la que no s e va con los tintes políticos o ideológicos, sino la que se atiene simplemente a la estadística, a la enumeración, a las vibraciones eléctricas, a los hechos.


Siempre hemos creído que nuestro planeta es un ser gigante vivo, traspira, da giros, salpica fuego, da, en Perogrullo, todas las formas de vida jamás imaginables y es parte de una extraña combinación donde un sol enorme, con exactitud y elegancia, abona para que acá se dé el sortilegio y el privilegio que llamamos vida.


Desde hace años sostengo que la humanidad está envejeciendo, que si bien hace apenas 250 años nuestra especie era del retardo su mejor amigo, el proceso de evolución de los últimos dos siglos ha sido la cosa más fantástica que nos ha sucedido en 12 mil años de civilizaciones y 2 millones de años en que el Homo Sapiens se desligó paulatinamente del salvaje de cromañón y lo que vemos ahora es lo que en 1900 los franceses e ingleses y alemanes y norteamericanos, llamaban futuro, y ahora lo es.


¿Tiene el planeta tierra numerología?, claro que sí!! y lo que hacemos es resumir al dígito 7 que es lo que depara 2023 y de inmediato se pone uno en guardia, aunque es uno de los números de la divinidad, lo es también el del tropiezo, el obstáculo, la contrariedad, la bronca, depara asimismo una gran percepción psíquica que lo rescatará.


La numerología argentina es la mejor del mundo y punto. Eso no prostituye las cosas, más bien separa las ambigüedades, va al grano, concita la claridad en el pensamiento y se asocia a todas las corrientes más sanas del acontecer humano, las más sabias como el tarot egipcio, la cábala, Arquímedes, la filosofía china, el antiguo testamento, el pentateuco y un sinfín de corrientes que nos dan herramientas para de plano vaticinar lo que acontecerá y de ser posible, poder corregir el camino, cambiar de rumbo, reafirmarlo, ser fuertes para detener la barbarie.


Decían los pueblos polacos: “tú, bobo simplón, hay millares de cadáveres bajo la tierra”. Y entonces al grano: ¿cómo será este año para el mundo?, ¿los continentes?,¿los 218 países?, ¿los animales, los insectos, las plantas y los árboles milenarios, los mares, los vientos, los volcanes, nuestra luna? ¿podremos saberlo?


Todo es posible si nunca mentimos, la dinámica de nuestro planeta es la lucha de contrarios, las guerras, las epidemias, las hambrunas, las catástrofes ecológicas, las devastaciones de los pulmones del planeta, las izquierdas sublevándose con millones de pobres a su lado hartas del neoliberalismo, el crimen organizado, los penales del mundo, los rastros, el sacrificio de 1500 millones de animales en tan solo 30 días para las fiestas de navidad y fin de año.


Segundo tras segundo, el mundo de los números es fascinante: un millón de personas se suicidan al año en el planeta, la ristra de anormalidades es monstruosa, pero también la algarabía por los récords donde las ciudades alimentan a 3 mil millones de niños y entonces todo esto es un detalle a descubrir, palpar, resentir, pese a las monstruosas desigualdades, el peligro latente de un conflicto nuclear, las guerras civiles, los golpes de estado, la militarización insensata del espacio.


Este 2023 será para todos de presagios antiguos que se cumplirán, se absorberán las energías del mundo con las fibras nerviosas y con el temperamento que logrará rescatar de la inconciencia el poder de una humanidad que potencializa sus dolores en la lucha por el orden, la paz, la no carencia, pues todos sabemos que un puñado de auténticos ojetes engañan mediáticamente, castigan a pueblos enteros, El Fondo Monetario Internacional, el Sionismo, las fuerzas áreas norteamericanas como las zonas más insólitas del descubrimiento humano y las alianzas hasta con seres extraños inimaginables en pos de dominar al mundo, de someter a países enteros, de sacarles recursos naturales, hidrocarburos, metales preciosos.


Decía mi abuelo: la historia no es tan plana ni los hombres tan sencillos.


Mi madre recalcaba: el mundo es ancho y ajeno.


Yo digo: nos irá increíblemente bien, a pesar de las duras pruebas que se avecinan.


Miguel Ángel Aguilar Fuentes.

San Luis Potosí, Mex.

Autor, Periodista, Promotor Cultural, Numerólogo.

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